domingo, marzo 02, 2008

...el humor, el sarcasmo, la ironía (2a parte)

…el sarcasmo y la ironía no suceden en la superficie de una conversación o de un texto. Por el contrario, reclaman del que lanza la broma o del que escribe, un análisis preciso de la situación (una especie de conocimiento) que se transforma en sustancia corrosiva. A su vez, el sarcasmo y la ironía requieren del receptor/lector la astucia y la información necesaria para descifrar el juego. En este sentido, la ironía es quizá siempre una trampa o una especie de carnada donde se da entender algo distinto de lo que el significado de la oración refiere literalmente. Si el que recibe el mensaje únicamente procesa el significado literal será la víctima de una burla; o simplemente no llegará a participar en el juego al que ha sido invitado. Aquel que se vuelve explícito por medio de un gesto, una postura, un güiño y en general por el contexto o circunstancia que le asigna un posible significado a la broma. Descifrar el código que le da sentido a la ironía, en buena medida es decodificar las claves que nos inician en el juego. Sin embargo, no todos los juegos del humor funcionan desde esta perspectiva.

De algunos recursos para propiciar la risa y su relación con la ironía trataré en la próxima entrega (prometo que un día de estos diré cuál es la puta diferencia entre el humor y la ironía... quizá lo logré en la próxima ocasión)

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